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Las reglas para ir de compras: una guía para armar tu guardarropa ideal

Actualizado: 1 jul 2021

Hablando con varios amigos, me di cuenta de que, quizás a los hombres nos hace falta un plan a la hora de ir y comprar aquello que necesitamos o simplemente ampliar nuestro guardarropa. Hay toda clase de sujetos a la hora de ir de compras: los que dejan que los empleados de la tienda los vistan (algunos con pésimos resultados) los que van a lo que van (que saben a por qué objeto quieren ir y sólo van a por él, sin ninguna duda y con poca interacción, salvo para averiguar qué talla les va mejor) y muchos sujetos que compran lo que sea en temporadas de descuento o por impulso y que tienen por consecuencia un guardarropa lleno de mezclas inusitadas y poco armónicas del cual usan regularmente sólo la mitad o peor, siempre se ponen las tres mismas cosas. Y seguramente, tú mismo has cometido alguna compra de la cual te arrepientes. Es por ello mis queridos Astylers, que aquí les presento la guía definitiva para ir de compras, que con diez simples principios nos ahorrará dinero, nos ayudará a cuidar nuestros recursos (y los del planeta) y sobre todo nos ayudará a formar, poco a poco, ese guardarropa de ensueño que siempre hemos querido.


1. Revisa previamente tu guardarropa antes de añadir más cosas a él. Observa bien ese clóset y su contenido. Prenda por prenda ubica primero que nada aquello que no uses o tengas mucho tiempo sin usar y pregúntate ¿Por qué? Deberás ser honesto al contestar esta pregunta: si la razón es que no te queda, no te gusta o está manchado o dañado debes sacarlo de tu armario inmediatamente. La ropa dañada va a la basura. Aquella que no te gusta o no te queda, pero que aún tiene un uso, DÓNALA O VÉNDELA. Hay mucha basura contaminante en ese mundo y mucha gente puede necesitarla, o bien, no descartes que a algún aficionado de cierto estilo y que no le tenga miedo a la segunda mno quizás le guste o quede aquello que a ti no. O quizás tengas parientes o amigos a los cuales les serviría, hagas lo que hagas: No desperdicies tirando a la basura la ropa que aún sirve; un verdadero caballero tiene conciencia que los recursos son perecederos y piensa en el entorno y los demás. Y ten en mente: si algo de tu guardarropa te gusta, pero no lo usas porque te queda grande o amplio no es preciso desecharlo, puedes mandarlo ajustar con un sastre o incluso una costurera y rescatarlo de la partida.


2. Visualiza tus posibilidades: Ya hiciste espacio en tu clóset sacando de allí todo aquello que jamás usabas. Ahora bien, fíjate bien en dos cosas: la primera aquello que tienes y conservarás. Evidentemente lo conservas porque te queda, está en buen estado, conecta con tu estilo personal y sobre todo TE GUSTA. Ahora bien, ese será tu armario base, el famoso "fondo del armario". Ahora piensa, con eso en mente y considerando lo que quieres para tu imagen personal ¿Qué te hace falta? ¿Qué te gustaría añadir? Cubre primero los básicos: Un par de camisas blancas, una en azul (véase nuestro artículo sobre camisas) un par de polos en colores sólidos, un traje en gris oxford, un blazer azul marino, unos zapatos cafés y otros negros, etc etc. (Véase nuestro artículo sobre los básicos del armario) si eres afortunado y ya cuentas con los básicos, tan sólo busca prendas que lleven a darle a tu armario un toque más personal.

3. Asegura tus necesidades: Siempre ten tu armario un número seguro de aquello que más usas. Si a diario usas camisas, que sean camisas, si son polos, polos. Y sobre todo ten siempre un número seguro de ropa interior (entre 9 y 12 calzoncillos es un número seguro a mantener por ejemplo) y no esperes a que tu ropa quede inservible para reemplazarla o repararla según sea el caso.


4. Has una lista mental de aquello que te gustaría adquirir y ordénalo según tu prioridad. Teniendo esto en cuenta, inicia con los básicos o con aquello que pueda armonizar y combinar mejor con lo que ya tienes. Hecho esto, date un tiempo para buscar y comparar precio, material y calidad de lo que buscas. No siempre tienes que ir a la tienda a verlo (aunque muchas veces la sensación al tocar y ver en persona las prendas es mejor y sobre todo, te da la ventaja de probártelo) sino que puedes hacer un top 4 de tiendas o marcas que crees que lo tendrán y verlo en línea primero y escoger dónde y cuándo comprar a partir de ello. En la medida de lo posible, trata de probarte la ropa antes de comprarla siempre que puedas.




5. Siempre ten en mente las pautas para comprar ropa de calidad: si comprarás un saco/americana que tenga canvas o que esa camisa, pantalón o polo sea de fibras naturales, que los zapatos tengan una buena construcción y no tengan una suela barata que terminará separándose irreparablemente de ellos y ten paciencia. Busca siempre tu mejor opción en cuanto a precio y calidad y que se asemeje a aquello que quieres.

6. Memoriza en la medida de lo posible lo que tienes; así si te llevas alguna agradable sorpresa en alguna prenda, zapato o accesorio que te has encontrado en alguna visita a alguna tienda o centro comercial y no estaba en tu lista sabrás si va o no con tu guardarropa y qué tan conveniente sería adquirirlo. Entre más combinaciones sea posible hacer con lo que tienes, mejor.

7. No trates de comprar todo lo que crees que te falta en el clóset a la vez o en muy pocas exhibiciones (a menos que te falten claro, muy pocas cosas) Hazlo espaciado. Muchas veces crees que te hacen falta cosas cuando no es así o bien das prioridad a ciertas áreas y descuidas otras. El no apresurarse también te da la claridad de saber qué quieres para ti.




8. Cuidado al comprar por impulso: Si vas a comprar algo que no estaba en tu lista de items que te hacen falta piensa siempre dos veces: Las compras por impulso suelen ser las que más arrepentimiento generan.


9. Siempre, al entrar a una tienda recuerda: no es lo mismo tendencia o fashion que estilo. El primero es temporal y en unos años pasará de moda y te encasillará en una época, el segundo es atemporal y siempre te hace ver elegante. Compra cosas más bien apegadas al concepto de estilo, no al de tendencia o al de moda.

10. Antes de comprar en rebaja piensa: ¿Realmente me gusta esto o sólo lo compro porque está en rebaja? Lo compraría si no tuviera un descuento y tuviera el dinero para hacerlo? ¿Realmente lo voy a usar? ¿Me gusta o es una compra por impulso? ¿Va con lo que tengo en casa y con el estilo que quiero para mí?


LA REGLA DE ORO:


No olvides la regla de Oro para determinar si algo es caro o no: Las cosas realmente cuestan el uso que tú les das. EJEMPLO: Supongamos que puedes comprar un traje, el mismo llena tus requisitos y cuesta unos 500 dólares/euros (que en México equivaldrían a más o menos 10,000 pesos.) Es un traje en azul marino, un color muy básico, elegante y altísimamente combinable. Por otro tienes un blazer marino con rayas en rojo y detalles en blanco, con un patrón muy poderoso y llamativo, que recuerda el estilo Preppy y Ivy más americano que hay. Está de descuento y cuesta 150 USD/EUR (unos 3,200 pesos MX). Supongamos que aquí decides invertir en el traje y un alter ego tuyo compra el blazer, que aunque es bonito, encuentra difícil de combinar y ciertamente es lo que los americanos y británicos llaman "Statement Piece", es decir, llamará poderosamente la atención y será el centro del outfit con que elija usarla sin importar qué. Ahora bien, transcurre un año desde el día de compra. La versión tuya que compró el traje lo ha usado completo apenas unas treinta veces. Pero ha usado los pantalones como separado otras treinta y la chaqueta otras treinta. Eso nos da un total de 90 puestas en el año. Mientras que la versión tuya que compró ese fabuloso y más "barato" blazer sólo usó este 3 veces en todo el año.

Bajo esa lógica, el blazer ha sido más caro. ¿Por qué? porque usarlo te ha costado 50 dólares por puesta... Mientras que el traje te ha costado, gracias al uso cotidiano que le has dado incluso como separado, cinco dólares con cincuenta centavos por puesta. Multiplica esto por los años que te durará ese traje y podría ser aún menos. El precio de la ropa es finalmente proporcional al uso que le das realmente. Si la usas o le sacas menor provecho, hasta algo "barato" puede resultar caro y viceversa. Tómalo en cuenta. Si vas a usarlo y se va a convertir en un favorito instantáneo de tu guardarropa: vale la pena la inversión.

NOTA FINAL: Debo recordarte, mi querido Astyler, que compres y expandas tu guardarropa con moderación, si puedes, no te endeudes, ni comprometas tu futuro financiero en un outfit. Lo mejor de ir de compras debe ser la emoción de estrenar sin el temor de no poder pagar las cuentas de la casa. Ser un caballero es ser responsable.


Yo me despido y como siempre, te deseo que encuentres tu estilo.

-A

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