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Las ventajas de un Chaleco
El chaleco es una de las prendas más versátiles que existen en el mundo Sartorial ya que puede ser llevado desde el más alto nivel de vestimenta hasta el más ordinario. Es a menudo bastante ignorado pero puede dar soluciones prácticas a problemas a la hora de vestir o bien ser una manera de añadir carácter, volumen o estilo a tu atuendo.

El chaleco tiene una historia larga que se remonta hasta el siglo XVI y al Rey Carlos II, que lo popularizó en su natal Inglaterra, pero al ser una de las herramientas más sencillas y menos caras a la hora de expandir el guardarropa masculino se mantiene vigente hasta el día de hoy. Si bien no es tan sencillo encontrarlos en una tienda (más aún separados de un traje) el tener al menos un par siempre será bastante útil.
No todos los chalecos son iguales:
De entrada, en este artículo estamos hablando únicamente de piezas de sastrería (es decir, excluimos aquí todas las prendas de punto y suéteres) dicho esto, los chalecos están hechos de los mismos materiales de los que estaría hecho un traje, por lo que están sujetos, más o menos a sus mismas reglas: la tela, color y/o patrón dictarán la formalidad, como también, al igual que una chaqueta o blazer, el cómo están configurados; en este sentido, podemos ubicar cuatro tipos de chaleco según su confección: con solapa y sin solapa y o bien, cruzados o simples (al igual que un blazer o americana) :
Las reglas son bastante simples: Un chaleco cruzado será más formal que un chaleco simple y un chaleco con solapa será más formal que uno que no la tenga. En este sentido, el más formal de los chalecos sería aquel chaleco cruzado que además tiene solapa: tan es así que los encontrarás en el código de vestimenta más elevado, acompañado de un chaqué.
¿Cómo y cuándo usar un chaleco?
El uso del chaleco puede ser conveniente no sólo porque añade una dimensión a tu atuendo, sino que, con la tela adecuada puede tener un uso utilitario en los meses invernales en los que necesitas llevar una capa más de tela encima. En cuanto a cuándo usarlo, las pautas te las dirá el material de qué está hecho no obstante un chaleco hecho en una tela media puede usarse las cuatro estaciones del año y por supuesto, en prácticamente todos los códigos de vestimenta.

La manera más sencilla (y formal) de usar un chaleco en el día a día, es incorporándolo en un atuendo con un traje de una chaqueta simple (nunca se usa chaleco si llevas una americana o chaqueta cruzada) ya sea con un chaleco que forma parte del traje (en cuyo caso no hay mucha ciencia, pues pertenece a la misma tela y color que el pantalón y la chaqueta) o bien con un chaleco en un color diferente, que combine con el resto de las prendas que usarás.
Por ejemplo, en el atuendo que acabas de ver y cuyo detalle podrás mejor a continuación, el chaleco, de una lana con textura en colores azul y negro, va muy bien con un traje gris oxford. La camisa rayada, termina de armonizar el atuendo y la corbata y pañuelo, más bien en tonos áureos, combinan bien con los botones dorados del chaleco.

Ahora bien, la ventaja de usar un chaleco en un atuendo formal es que te permite quitarte la chaqueta del traje sin que ello reste formalidad a tu apariencia, de otro modo te quedarías en camisa y corbata, ciertamente un atuendo no muy favorecedor por sí mismo. No obstante, al añadir una pieza de sastrería como el chaleco, añades la comodidad de, incluso poder remangar tu camisa sin perder el estilo y el nivel de formalidad en el ambiente laboral, en que puede haber jornadas intensas.
Dicho y visto esto, en realidad las combinaciones con el chaleco con infinitas y están sólo sometidas a las reglas para crear atuendos por capas y a las combinaciones de colores y aún con esto, el cielo es el límite. Se puede usar chaleco con chinos, con pantalones de vestir en cualquier tono y hay incluso quienes llegan a usarlos con jeans. Claro está que para mantener la estética del chaleco, no debe usarse con otra cosa que no sea una camisa de manga larga, pero eso no significa que el chaleco sea una prenda única y estrictamente formal.

El atuendo que acabas de ver es un ejemplo de la gran versatilidad que posee esta pieza de sastrería: el mismo chaleco que vimos con un traje, anteriormente, acompañado de chinos en un tono mostaza oscuro que combina muy bien con sus botones en dorado. El pañuelo lo transferimos directamente al pecho del chaleco, nos acompañamos de unos loafers y una camisa gris que le va muy bien.
Pero el atuendo que acabas de ver tiene la virtud de ser bastante versátil, gracias, mayormente, al chaleco. Si salieras del trabajo vistiendo así y quisieras dar un tono más relajado al atuendo, lo único que tendrías que hacer sería remover la corbata y ya está: Listo para salir con tus amigos o ir a una cita en la que llegar con una corbata, accesorio por antonomasia de los negocios, sería, intimidante o cuando menos, fuera de lugar.
Asimismo, como ya hablamos en la Guía del Verano el chaleco nos permite tener un sustituto para los blazers, americanas y chaquetas durante las semanas de calor más inclementes del verano, que, repito, nos permite mantener nuestra elegancia, pero deja entrar más aire a nuestro cuerpo.
En este outfit, sacado de la galería "Outfits para vestir en verano", podemos constatar cómo podemos mantener la estética del Uniforme (Blazer Marino + Pantalones Grises) de negocios en el momento en que el calor se hace casi insoportable. Claro está que los materiales de la ropa harán la diferencia. Camisa de lino, Pantalones de fresco y sobre todo el chaleco de lana peinada contrastan con el primer atuendo de este artículo con un traje de dos piezas y un chaleco más bien hecho para abrigar, con una lana cálida y parecida al tweed.

Por último, aunque no en importancia, te recuerdo que al usar chaleco NUNCA ABOTONES EL ÚLTIMO BOTÓN. Dicho esto, ahora conoces las pautas básicas para añadir esta pieza de sastrería, tan versátil y elegante a tu guardarropa.
Yo me despido deseándote un excelente paso en tu camino Sartorial.